Omega Gèneve Dynamic
Hacía ya bastante también que no me entraba en el taller de relojería un ejemplar de la casa Omega perteneciente a la familia Dynamic. Aunque no me gusta posicionarme en mis artículos a la hora de mostrar ‘mis preferencias o debilidades relojeras’, he de decir en este caso que es una familia que me encanta por esa estética tan particular. Dentro de la excelsa familia de configuraciones, llego a mis manos uno de las más bonitas que se hicieron; en concreto era un modelo Omega Dynamic I con referencia ST 165.0039 en plata y azul con brazalete de acero cuya producción se extendió para esta referencia entre los años 1967 al 1974.
Antes de hablar de las peculiaridades del reloj que llego a mi poder, y si me lo permitís, intentaré adentrarme en la historia de la familia Dymanic. Creo que me merece la pena porque supuso un punto disruptivo en la estética de cómo hasta entonces se venían diseñando y fabricando tanto los relojes de la casa Omega como de otras tantas prestigiosas marcas de la época.
Fue dentro de la década de los años sesenta cuando la casa Omega decidió poner en escena uno de los modelos que sentaría un precedente en la estética de los relojes que hasta entonces se venían fabricando: el Omega Genève Dymanic. La historia de esta familia/modelo comienza en el año 1965 cuando se presentó por primera vez en el salón Prix de Ville de Genève, aunque no fue hasta el año 1968 cuando realmente se lanzó al mercado y comenzó a comercializarse. Fue tal el éxito de acogida de este modelo que se estima en torno a un millón las unidades que se vendieron a lo largo de sus primeros cinco años (este éxito, principalmente con los diseños encuadrados en sus comienzos, hizo que la marca suiza llevara a cabo, aunque de forma discontinuada, la fabricación de tres familias distintas dentro de la denominación del modelo Dynamic). Pero dicho esto; ¿a qué se debió el gran éxito de este modelo?. En mi humilde opinión, no fue un solo factor el causante, ya que tuvieron que tocar varias teclas a la vez los creadores Robert Forster, director de ventas, y el diseñador Raymon Thevanaz para dar con él. Entre ellos destaca el diseño de su caja: elíptica, a modo de platillo volante, futurista e innovadora. Junto con la forma de la caja, destacaron la gran variedad de esferas y colores, con calendario de día semana/mes, sin calendario, con correas intercambiables, con caja cepillada y angulosa o redondeada y en acabado brillo, con armis de acero, en tamaño de 42mm para el cliente masculino y de 31mm para el femenino, con cajas de acero y materiales nobles y un buen numero de calibres tanto mecánicos como automáticos que fueron montando en sus cajas (referencias 552, 565, 601, 613, 752, 1481, 1012 y 1022) con lo que no dejaron a ningún cliente “fuera” de su ámbito comercial.
Y no solo fueron esas las causas de ese éxito, también a nivel técnico se diseño una caja monobloque, con corona integrada y cristal de hexalite herméticamente dispuestos y sellados que permitían que el reloj soportase una estanqueidad de hasta 30 metros muy destacados para la época en el que se diseñó.
Aquí algunas configuraciones de la primera familia Dynamic
Y trascurridos unos pocos de años, concretamente en el año 1971, el fabricante suizo decide incluir el modelo Dynamic dentro de la serie De Ville. Sin saber muy bien el motivo del por qué se tomó esa decisión ya que el modelo estaba teniendo muy buena acogida, junto con el conocido hasta ahora, comienzan a introducir un nuevo modelo de caja con forma cuadrada y esferas monocromas que no tiene nada que ver con lo que hasta ahora conocíamos. (aquí podríamos aplicar el famoso dicho de: para que cambiar algo cuando funciona perfectamente).
Un ejemplo de ese cambio tan radical:
Y ya desde esa fecha y aunque se diseñaron dos nuevas familias del modelo Dynamic, tanto la II como la III, no llegaron a tener el existo que alcanzó con su primera familia.
Entonces, llegó el momento en que se dejó de producir la familia Dynamic I pero en el año 1984 la marca hizo un intento de relanzar el modelo Dynamic incluyéndolo dentro de la serie Seamaster. Fue en ese momento cuando nació la familia Dynamic II. Esta familia se caracterizó por incluir un mecanismo de cuarzo, estamos en la era del cuarzo, con un calibre 1430 basado en el fabricante de calibres ETA. Y aunque mantuvieron algunas características de su antecesor como fueron las correas y brazaletes que podían cambiarse, no tuvo la acogida que esperaba la casa suiza. (cambio de nuevo la tan característica forma de la caja por una caja redonda y otra serie de cambios como fueron el bisel en relieve que no tuvieron aceptación).
Una de las referencias de la familia Dynamic II.
Y finalmente, en un tercer intento de relanzar el modelo Dynamic, Omega lanzó al mercado un modelo que dejo de integrar en sus series y volvió a su origen “autónomo” de denominación “Dynamic”. Fue entonces en torno al año 1995 cuando nació la tercera familia del modelo. He de decir que, aunque cambio radicalmente la forma del modelo, al contrario que en la segunda familia, el cambio fue acertado. Diseñó una caja redonda, en la mayoría cronos, con un aire militar muy similar a los relojes que llevaban los pilotos ingleses y franceses durante la segunda guerra mundial. Las características principales que destacaríamos son; calibre 1108 para el solo hora y 1138 para el cronógrafo, cajas en acero satinado, esfera negra en su mayoría y con segundera en color amarrillo. Ejemplos de esta tercera familia:
Y alguno tan buscado y deseable por los coleccionistas como el Targa Florio con referencia 5291.51.07 lanzado en 1999.
Y esto fue todo en cuanto a su historia. Aún siendo más atractiva esta tercera familia, el mercado es como siempre el juez; en este caso decidió no aceptar tampoco esta tercera familia tal y como deseaba la firma suiza.
Pero todo lo anterior es la historia de este modelo. Si no os he aburrido mucho hasta ahora, permitirme que os hable de la historia particular del modelo que tenía ante mí de esta familia. Como os comenté al principio de este artículo, el reloj era un Omega Dynamic I con referencia ST 165.0039, unidad numero 29.482.476 fabricado en el año 1970. La historia para el propietario actual comienza con la adquisición del reloj en un anticuario de prestigio en la provincia de Valladolid. El reloj lo compró sin ninguna documentación y tampoco conocía la procedencia del reloj ni nada más de él. A mi lo primero que me llamo la atención fue que a pesar del paso del tiempo el reloj, recordemos que el reloj tiene cincuenta años, estéticamente se encontraba en buen estado por lo que personalmente en esos casos, recomiendo que no sé toque porque de alguna forma al ser un reloj tan antiguo, perdería esas mínimas marcas del paso del tiempo (ni que decir tiene que esto no solo afecta al pulido, también lógicamente al repintado de agujas, de esfera, etc.), si el reloj se conserva bien estéticamente, mi recomendación es no tocarlo. Ahora bien; un reloj tan antiguo y del que no conocemos su historia previa, si recomiendo encarecidamente, que se le haga un mantenimiento.
Disculpar, antes que nada, pero como os digo que se encontraba bien estéticamente, no le hice ninguna foto cuando entró al taller.
En este primer video podéis ver el funcionamiento de “la lavadora”.
Una vez bien limpio el calibre, me dispongo a presentarlo antes de comenzar de nuevo a su montaje. (He de comentaros que el calibre que lleva esta referencia en concreto es un calibre automatico752 con salto de fecha que fue tanto usado en este modelo como en la familia Constellation. Tiene un diámetro de 29,7mm, late a 19.800 alternancias y tiene hasta 50 horas de reserva de marcha. Es un calibre fiable y si se mantiene de forma correcta y regular en el tiempo no tiene por qué darnos ningún problema).
Después del desmontaje y limpieza, me dispongo a montar de nuevo los diferentes componentes del calibre.
Y pasamos a otro video donde quiero detenerme un momento con mayor atención. El motivo de esta parada es explicar lo que hace destacar a este calibre: el salto de fecha
Y finalmente, aquí podéis ver el reloj preparado para aguantar otros cincuenta años de guerra. (como podéis observar, no mentía cuando os comenté que, a pesar de tener tantos años, el reloj se encontraba en buen estado estético).
Y eso es todo. Hasta aquí ha sido este paseo por este modelo tan distinto y a la vez tan bonito del fabricante Omega. Espero que os haya gustado. Nos volveremos a ver muy pronto en el próximo artículo. Saludos.
CARLOS SANCHO SEGOVIA
2 Responses
Una gran historia desde el principio a los tiempos modernos.
Un reloj muy bonito, nunca visto por mi, la forma ovalada el color de la esfera, la caja y lo más interesante, curioso y original lo del salto de fecha, pocos deben de quedar como este, muy bonito.
Muchas gracias, agradezco mucho que encuentres de interés el artículo